hEL DIA DEL JUICIO
¿Esta Usted Listo para el Día del Juicio?
Muchos pasajes de la Biblia enseñan que habrá un día cuando Jesús vendrá otra vez y todos los hombres serán llamados delante de El para dar cuenta por nuestras vidas. Esta escena del juicio es descrita en varias escrituras: Romanos 2:1-16; Mateo 25:31-46; Apoc. 20:11-15. El gran Juez en aquel día será el mismo Jesucristo [Romanos 2:16; Mat. 25:31; Juan 5:22; Hechos 17:31]. El recompensará o castigará a cada persona acorde a como hayamos vivido nuestras vidas [Rom. 2:6; Apoc. 20:12-13; 22:12; 2 Cor. 5:10].
Desde que todos nosotros debemos colocarnos delante de Jesús en este día, todos deberíamos querer saber que nos espera para que podamos estar listos. En ese día, muchas personas que habían pensado que estaban listos se darán cuenta de que no lo estaban [Mateo 7:21-23]. Otros que sabían que ellos no estaban listos desearán haberlo estado. Este estudio está diseñado para ayudarnos a entender el juicio, ¿a qué será semejante?, y ¿qué hacer cuando ya esté listo?
Parte I: ¿Cual Es el Propósito del Juicio?
A. El Juicio Declarara el Destino Eterno de Todos los Hombres.
Desde que el destino eterno esta determinado sobre la base de nuestras vidas, cuando muramos nuestro destino es sellado y no puede ser cambiado [2 Cor. 5:10; Heb. 9:27]. El juicio será la sentencia oficial en el cual este destino será declarado.
La gente justa recibira la vida eterna.
Rom. 2:7, 10 - Aquellos que perseveran en hacer lo bueno recibirán gloria, honra, inmortalidad, vida eterna y paz.
Mat. 25:46 - Los justos recibirán vida eterna. [Mat. 5:10-12; 1 Ped. 1:3 y Sig.].
1 Tesal. 4:17; 5:9, 10 - Salvados para vivir conjuntamente con Jesús por siempre.
La gente malvada recibira el castigo eterno.
Rom. 2:8-9 - Aquellos que no obedecen a la verdad sino que hacen lo malo recibirán ira, enojo, tribulación y angustia.
Mat. 25:41, 46 - Los malvados deberán ir a la destrucción eterna, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.
Apoc. 20:11-15 - Cualquiera que no sea hallado en el libro de la vida será arrojado en el lago de fuego que es la muerte segunda.
[2 Tesal. 1:5-9; Mat. 13:39-42; Rom. 6:23].
La recompensa que recibimos en el juicio dependerá de como vivamos en la tierra. Si usted fuera presentado ante Dios en juicio en este momento, ¿cuál sería su recompensa?
B. Los Cumplimientos del Juicio Demandan de la Misericordia y Justicia de Dios.
La misericordia demanda que a la gente que es culpable se le de una oportunidad de ser perdonada si ellos desean cambiar.
Por ejemplo, si un niño rompe una regla pero se aflige y desea cambiar, como el hijo pródigo, él debe ser perdonado [Luc. 15:11 y Sig.]
Rom. 2:4-5 - De esta manera Dios ofrece misericordia para que el hombre culpable pueda ser perdonado y así evitar el castigo que merecemos. Pero si en esta vida rehusamos arrepentirnos, seremos castigados en el juicio.
Alguna gente pudiera sentir que ellos no tienen esperanza-que ellos no pueden ser salvos. Pero Dios es misericordioso. El quiere perdonarle y ayudarle a vivir correctamente. Si usted acepta su perdón ahora, Su misericordia requiere que El le conceda a usted la vida eterna en el día del juicio.
La justicia demanda que la obediencia sea recompensada y que la desobediencia sea castigada.
Por ejemplo, los padres deben castigar la desobediencia y recompensar la obediencia [Prov. 13:24; Luc. 15:11 y Sig.].
2 Tesal. 1:5-9 - Es justo que Dios juzgue y castigue la desobediencia.
Mucha gente piensa que Dios es tan falto de fuerza que El no castigará al malvado. Pero no es así - ¡Dios es justo! Muchas veces en la tierra, la gente malvada prospera y la gente buena sufre. El sentido de la justicia de Dios demanda que, después de esta vida, tales injusticias sean hechas correctas. La gente justa debe ser recompensada, y la gente que continúa con obstinación en el pecado debe ser castigada.
¿Esta usted listo para el día del juicio?
Parte II: ¿Que Como Será el Juicio?
A. Universal
Rom. 2:6 - Dios pagará a cada uno conforme a sus obras.
Mat. 25:32 - Todas las naciones serán reunidas.
2 Cor. 5:10 - Todos debemos comparecer.
Rom. 14:10-12 - Todos estaremos delante del asiento del juicio. Toda rodilla se doblará y toda lengua confesará. CADA uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.
Ricos y pobres, hombres y mujeres, todas las razas, nacionalidades, y eras; ateos, idólatras, denominacionalistas, y Cristianos; doctores, abogados, políticos, y campesinos; Washington, Lincoln, Marx, y Hitler; Adán, Noé, Pedro, y Pablo; su esposo o esposa; padres, hijos, todos sus parientes y amigos estarán ahí. Y usted estará ahí. ¿Está usted listo?
B. Inevitable
Rom. 14:10-12 - Todos los hombres serán juzgados, exactamente tan cierto como que Dios vive. Si hay un Dios inmortal, eterno en los cielos, ¡entonces usted será juzgado!
Hechos 17:31 - Dios señaló el día y dio la seguridad por la resurrección de Jesús. Seremos juzgados con la misma seguridad con que Jesús fue levantado.
Heb. 9:27 - Está determinado para los hombres que mueran y después de esto el juicio. El juicio es tan cierto como la muerte.
Si usted cree que Dios esta vivo, que Jesús resucitó, y que la muerte es común a todos los hombres, entonces usted debe creer que usted será juzgado. En esta vida la gente falla en guardar las estipulaciones. Pero ninguno estará ausente o llegará tarde para este convenio. Ninguna excusa será aceptada. Ninguna riqueza, poder, o arma puede evitar que usted se presente. ¿Está usted listo?
C. Individual
Rom. 2:6 - Cada uno será juzgado por sus obras.
Rom. 14:12 - Cada uno será cuenta de si mismo ante Dios. [Mat. 16:27; Apoc. 22:12; 20:13].
2 Cor. 5:10 - Cada uno recibirá acorde a lo que haya hecho en el cuerpo.
Usted no estará en capacidad de clamar vida eterna porque su esposo o esposa, padre o hijo, u otros amigos o parientes la reciban. No será suficiente que usted declare que asistió activamente en una dada congregación. La pregunta será: ¿Qué hizo usted? ¿Estás listo?
D. Completo
¿Qué aspectos de nuestras vidas serán examinados?
Nuestras Acciones - Ecl. 12:13-14
Dios juzgará toda obra con toda cosa encubierta. Podríamos pensar que nadie sabe lo que hemos hecho. Pero Dios lo sabe y El nos llamará a juicio.
Nuestras Palabras - Mat. 12:36-37
Los hombres darán cuenta por toda palabra ociosa. Las palabras que usted pensó que no eran importantes o que ninguno estaba escuchando-irreverencias que digo con ira, el cuchicheo de chismes en secreto, pequeñas mentiras piadosas-todo será juzgado.
Nuestros Pensamientos - Jer. 17:10
Dios escudriña el corazón a fin de recompensarnos. El está interesado, no exactamente con lo que decimos y hacemos, sino con nuestras ideas. Los malos deseos y pensamientos nos condenarán tan cierto como las palabras y las obras. Dios conoce el corazón, por lo tanto El está en capacidad de juzgar.
No hay nada encubierto u oculto que no sea dado a conocer [Luc. 12:2]. Servimos a Dios quien sabe todo acerca de nosotros. Usted puede burlarse de sus padres, esposa, esposo, o amigos. Pero no puede ocultarlo de Dios. ¿Está usted listo para que cada cosa acerca de su vida sea juzgada?
E. Justo
Estará basado en la verdad
Los hechos reales del caso.
Rom. 2:2 - Será acorde a la verdad.
Hechos 17:31 - Será con justicia.
A menudo en nuestras cortes, la gente culpable sale libre porque los hechos no son conocidos. Un hombre inocente quiere que los hechos se conozcan, pero no un hombre culpable. Cuando usted y yo seamos juzgados, ¡Dios conocerá todos los hechos!
No habrá acepción de personas - Rom. 2:11.
En nuestras cortes, algunas veces gente especial recibe favores especiales. En la corte de Dios, no se aceptará ningún soborno y no se mostrará ningún favoritismo. El rico, el poderoso, el influyente no tendrá favores, y el más pobre, y el hombre más débil no será oprimido.
En el juicio, el malvado ciertamente será castigado y el justo recompensado. ¿Está usted listo para esta clase de juicio?
F. Final
No habrá forma de alterar la decisión de esta corte; ninguna apelación a un corte suprema.
La recompensa recibida será la vida eterna [Rom. 2:7]-Esto no será alterado siempre será así.
El castigo recibido será el castigo eterno [Mat. 25:46]-Esto no será alterado en ningún momento a través de toda la eternidad.
¿Ha hecho usted algo realmente incorrecto y fue agarrado con las manos en la masa? Usted daría cualquier cosa por cambiar, pero será demasiado tarde. Usted sabe que será castigado y no podrá evitarlo. Para alguna gente, el día del juicio será como eso. Cuando morimos, nuestra suerte es sellada. Será demasiado tarde para arrepentirnos en el juicio, para suplicar por el perdón, o para pedir otra oportunidad. Usted debe prepararse mientras este vivo.
Si Jesús fuera a venir o usted fuera a morir hoy, ¿estaría usted listo para el día del juicio?
Parte III: ¿Como Puede Prepararse Usted Para el Día del Juicio?
A. Estudiando La Palabra De Dios
Juan 12:48 - El patrón del juicio será la palabra de Jesús. Esta claramente revela que debe hacer usted para estar listo en el juicio. Si usted desea examinar el contenido de un cierto libro, ¿no necesitará usted estudiar el texto? Ciertamente en día del juicio es tan importante que usted necesita saber cual es el libro de Dios.
Mateo 7:21-23 - Alguna gente se sorprenderá al recibir la noticia en el juicio de que ellos no son aceptos, aun cuando ellos pensaron que estaban agradando. Esto es trágico. ¿Será este su caso? Esto no es necesario si usted estudia lo que Dios requiere acorde a Su palabra.
B. Creer
Hebreos 11:6 - Sin fe no podemos esperar que agrademos a Dios en el juicio. Debemos creer que El existe y que recompensará la fidelidad.
Juan 8:24 - Si no creemos en Jesús, moriremos en pecado. ¿Cree usted?
C. Arrepintiéndose de Sus Pecados
Hechos 17:30-31 - Dios manda a todos los hombres que se arrepientan porque el juicio está por venir. Todos nosotros hemos pecado [Rom. 3:23], y estos pecados nos condenarán en el juicio si no nos son perdonados. Para ser perdonados debemos decidir obedecer a Dios.
Ecles. 12:13-14; 2 Tesal. 1:7-9 - Para evitar la venganza de Dios, debemos obedecer el evangelio-temer a Dios y guardar Sus mandamientos. El arrepentimiento es la decisión que hacemos para esto.
D. Confesar a Cristo y Ser Bautizados
Rom. 10:9-10 - Debemos creer y confesar para ser salvos de pecado.
Hech. 2:38; Marcos 16:16 - El bautismo es exactamente tan esencial como la fe y el arrepentimiento para ser salvos de pecado.
Para recibir vida eterna en el juicio, debemos ser perdonados de los pecados en esta vida. El perdón requiere todos los pasos que ya hemos enumerado, incluyendo el bautismo. ¿Ha hecho usted todos estos?
E. Vivir una Vida Fiel
La sangre de Jesús nos lava de los pecados que ya hemos descrito. Pero esto será exactamente el comienzo de una vida de servicio fiel a Dios-recuerde, seremos juzgados acorde a lo que hemos hecho.
Rom. 2:7, 10 - Continúe pacientemente en el bien hacer.
Heb. 10:26-31 - Dios nos ama tanto que envió a Su hijo a morir para salvarnos si nos arrepentimos y le obedecemos. Pero si nosotros persistimos en pecar y en no obedecer, no hay sacrificio para salvarnos. Todo lo que nos espera es una horrenda expectación de juicio. Es una cosa horrenda caer en las manos de Dios.
No hay necesidad de que nadie se pierda en el juicio. Los medios están disponibles para que todos se salven. ¿Qué acerca de usted? ¿Está usted listo para el día del juicio?
Conclusión
La historia a dicho de un hombre joven, incapaz de nadar, quien cayó en un río corrientoso. Otro hombre que estaba cerca escuchó sus llamados, nadó hasta él, y le salvó. Años más tarde el mismo joven está en un juicio por asesinato. Por coincidencia, el juez era el mismo hombre que anteriormente le había salvado. la evidencia era abrumadora y el hombre fue sentenciado a la muerte. El joven dijo: "Juez, ¿no me recuerdas? Usted salvó mi vida. Estoy seguro que usted no quiere sentenciarme a la muerte. El juez le contestó: "Hijo, Yo fui tu salvador en ese entonces. Pero ahora Yo soy tu juez".
Hoy, Jesucristo es nuestro Salvador. El murió en la cruz para pagar la culpa por nuestros pecados. El aboga para que usted obedezca y de esta manera El poder perdonarle. Pero si usted obstinadamente rechaza obedecerle, en cualquier momento el día del juicio vendrá y El le dirá: "Apártate de mi, maldito, al fuego eterno..." El es su Salvador ahora; pero El será su juez luego.
Pero si usted simplemente escoge obedecerle ahora, en el día del juicio El dirá: "Bien, buen siervo y fiel,...entra en el gozo de tu Señor" - Mat. 25:41, 23.
¿Estás listo para el día del juicio?
El gran día viene, muy pronto viene, el gran día del juicio final; cuando justos y malos el gran Juez apartará, esperemos el juicio final ¿Estás listo? ¿Estás listo?
Por : Carlos Benavides
BEBIDAS ALCOHOLICAS
Un amigo mío fue entrevistado para ser ministro de una iglesia en Austria, posición que rehusó aceptar. Uno de los obispos de la iglesia, "con el pelo largo", después del culto, le invitó a su casa donde le enseñó su almacén de vinos y le ofreció una bebida. Cuando mi amigo le explicó que no bebía, el obispo se sintió indignado y le dijo que no se dejara llevar por la "cultura norteamericana". Posiblemente hay también hermanos que creen que es cuestión de cultura y que uno puede beber si quiere. Tal vez dirán: "Cristo bebía" o "Lo único que prohibe las Escrituras es emborracharse".
El tema no es complicado pero sí emocional. Por eso, antes de buscar textos, es necesario cuestionar los motivos. Algunos hermanos son débiles y mejor complacen a sus amigos que a Dios. Odian las reglas y restricciones. Necesitan mucha libertad para llevarse lo más que puedan con el mundo sin ser mundanos. Su actitud es, "¿Qué es lo menos que tengo que hacer para cumplir con Dios? Corregir actitudes es más importante que estudiar textos. Amor a Dios es el factor clave (Mateo 22:37; 10:37). Preferir a los compañeros de la bebida es darse de baja de la iglesia y caminar hacia el alcoholismo. Varios hermanos me cuentan que cuando se convirtieron y explicaron a sus amigos "íntimos" que ya no hay bebidas en la casa, que si quieren un refresco o un café, estos amigos nunca los vuelven a visitar. Sospecho que la gran mayoría de los cristianos que usan alcohol lo hacen por complacer a sus amistades. Son débiles y necesitan ser aceptados por su gente. El apóstol Pablo dijo: "Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues, si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gálatas 1:10). El cristiano es extraño a la gente mundana y a menudo rechazado por ella (1 Pedro 4:4). Si esto te es problema, vamos a orar por tí para que Dios te quite ese espíritu de cobardía (2 Timoteo 1:7).
Es malo ser piedra de tropiezo: "No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios" (1 Corintios 10:32). Si una sola alma se pierde por tu "libertad" (capricho), ya no andas en amor sino que eres asesino. No es cuestión de que te estamos juzgando o limitando, sino es cuestión de vivir una vida inofensiva y de cooperar con la misión de salvar a muchos. Si has muerto con Cristo, ya no vives para tí mismo sino para el Señor y eres un embajador del Señor, un ministro de reconciliación (2 Corintios 5:13-20). Tal vez las almas que salves serán tus propios hijos.
Cristo y todo el mundo antiguo bebían vinos livianos, productos de una fermentación sencilla (Mateo 11:19). El invento moderno de destilar no existía, así que no habían bebidas fuertes como las hay hoy. Aunque los antiguos supieron conservar el vino sin fermentar, esto no es la manera de explicar el uso del vino por Nuestro Señor, sino en el hecho de que los antiguos mezclaban el vino con el agua a la proporcón de tres a uno: tres partes agua a una parte vino. Era considerado de muy mal gusto la mezcla de uno a uno ("bebida fuerte"). Los que bebían vino sin mezclar eran considerados como salvajes. Muchos vinos eran tan espesos como un sirop, imposibles de beber sin mezclarlos con agua. Ahora bien, es imposible emborracharse mezclando el vino a la proporción de tres a uno. Para los que querrían emborracharse, tenían que beber el vino con poca agua y por buen rato (Isaias 5:11; Hechos 2:15). Además, beber agua no era saludable en lugares como Palestina donde llovía poco. Mezclar el vino con el agua era una forma de purificar el agua (1 Timoteo 5:17). Intentar beber el vino como Cristo lo bebía es innecesario. Hoy en día el agua es saludable y hay muchas otras bebidas inofensivas que evitan la apariencia de apoyar una práctica tan peligrosa.
Hermano, apelo a tu conciencia. Las bebidas alcohólicas modernas son drogas cuyo propósito es incapacitar el sistema nervioso. Se prestan fácilmente como un mecanismo de escape que no resuelve nada sino desperdicia el bolsillo, la salud, el empleo, el bien de los hijos, el matrimonio y la moral. De cada diez personas que beben, uno va a ser alcohólico. Uno de cada cuatro jóvenes es un bebedor problemático. De jóvenes entre las edades de 15 a 24 años de edad, el alcohol es la causa principal de muerte. El alcohol es la mayor causa de defectos de nacimiento. Sesenta de cada cien casos de abuso de menores son por causa del alcohol. Un sesenta porciento de todas las muertes asociadas a accidentes de tránsito se debe a la actividad de conductores o peatones ebrios. Cincuenta porciento de los casos de asesinato son por causa del alcohol, así como el noventa porciento de los asaltos. El uso del alcohol aumenta siete veces la probabilidad del divorcio. Para los que beben, el ritmo de suicidio es 58 veces mayor. Estos hechos notables apuntan al deber del cristiano de pensar en su ejemplo y en la posibilidad de caer. Hay que juzgar el árbol por su fruto.
Hermano, te invito a repensar tu posición y adoptar la que es más clara y beneficiosa a la causa de Cristo: la de no usar bebidas alcoholicas.
Por : Carlos Benavides